Otra vez me encuentro ante la remake de un slasher que, a mi parecer, da mucho que hablar. Puedo ponerme en la postura de un espectador “promedio”, alguien común y corriente que va al cine solo a comer pochoclos y disfrutar del film, o ponerme en el lugar de un crítico exigente que pide más y destroza cualquier intento de homenajear clásicos intocables. Eso va en cada uno.
Desde mi lugar puedo empezar a remarcarles algunos aspectos que considero fundamentales en comparación a la “Halloween II”, de 1981.
En esta entrega puedo notar elementos y puntos básicos como para considerarlo un slasher, códigos que no se deben perder bajo ningún punto de vista. Si vuelvo al film original recuerdo escenas con una carga importante y manejo del suspenso, en esas penumbras y sombras que caracterizan la película. El comienzo de ésta entrega me hizo acordar al film original, y creo que nada más que eso.
Me parece que Rob Zombie vuelve a fallar al intentar profundizar en el “Michael Myers monstruoso” y de entender el motivo de su accionar y la complejidad psicológica que amerita un necesario desarrollo, al intentar justificar sus actos.
Esos planos y/o secuencias oníricas son un claro ejemplo de que el personaje de Rob Zombie, no es el de Carpenter. ¿Con qué objetivo tanto vuelo si todos entendemos que lo que movía a Michael Myers era solo maldad extrema? (Si retomamos la visión y el desarrollo dramático/narrativo que se tuvo en la original). No encuentro intensión alguna de generar suspenso ni mucho menos tensionarnos, aunque desde lo cinematográfico tiene sus puntos a favor que le dan ese toque personal y “diferente” al film. Las escenas brutales y sangrientas son manejadas con excelencia por Rob Zombie, creo que en eso no hay discusión.
Otro punto que me hizo ruido fue el intento de “humanizar” a Myers. Está bien, lo vemos sin máscara, comiendo (?), caminando por ahí. Me parece perfecto. Entonces propongo que a Jason Voorhees lo veamos poniéndose los pantalones y desayunando antes de salir a matar. ¿No?
¿Dónde quedó el misterio y esa magia que tanto nos atrapó y significó el paso de una película y un personaje a la historia y el recuerdo de todos? Yo recuerdo al Myers "sobrenatural", un demonio salido del infierno, que no se sabe donde ni como vive... en fin.
El otro personaje que odié, fue el de Loomis. Yo recuerdo al personaje de Donald Pleasence un tanto entrañable, agradable y un loco querible. El personaje de Zombie, interpretado por McDowell, es un detestable al cual la gente que lo rodeó prefiere tenerlo lejos, además de que no hace frente a Myers como en la obra de Carpenter, lo cual le daba una tensión y una riqueza narrativa y este caso se la resta al film de Zombie. Vemos que Myers, por eso mismo, parece no tener oponente ni resistencia. En particular, yo detesto al nuevo Dr. Loomis. Creo que Myers me ha caído mejor que él.
La historia parece estar conformada por dos partes, que dan como resultado el final que todos pudimos conocer. Primero Michael viendo a su madre en sueños mientras asesina a cualquiera que se le cruza por la cabeza, y la otra parte es la de Laurie Strode quien tampoco está demasiado cuerda.
En cuanto a los aspectos visuales, tanto como la fotografía y la banda sonora, están desarrollados de una manera seria, aunque vuelvo a meter el dedo en la llaga sobre el mismo tema: el retrato del asesino no está del todo acertado, mí querido Rob. Además, ¿dónde está el tema músical mítico compuesto por Carpenter? Eso me desagradó bastante, solo aparece en los créditos finales y retocado notablemente.
Desde mi punto de vista y para que te ahorres metros de celuloide, hubiera preferido que con tu tan excéntrica, escandalosa, brutal y particular forma de mostrarnos el mundo Myers, nos regales un simple film slasher como los del montón, con gore, adolescentes estúpidos y sexo. Insisto, tiene sus puntos a favor, un estilo y una forma de contarnos algo que creo, se ha quedado en el camino aún, y le falta mucho camino por recorrer como director. No lo discuto, tiene su sello. Pero como conocedor y fanático de la saga y el género me ha estimulado más aquella deliciosa entrega de 1981, la cual se encontraba al mismo nivel o por encima de la de 1978. El intento es válido, sin ninguna duda. El universo Zombie está ante nuestros ojos, claramente.
Más allá de todo y sin ponerme tan exigente, el cine es un entretenimiento.
lunes, 11 de octubre de 2010
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